Cuando la otra tarde
paseaba por una calle céntrica de Málaga, descubrí a un guitarrista
excelente tocando su instrumento. Tenia el pelo largo y castaño y
tocaba francamente bien. Me senté a disfrutarlo en unos escalones de
un portal en la acera opuesta. El sonido era realmente bueno y al
principio di por hecho que tenía un altavoz, pero no, no había
ninguno. El tiempo fue pasando, y empezó el segundo tema, luego el
tercero, luego vino Yesterday de los Beatles. Ya desde el segundo
había algo que no me encajaba y era esa calidad de sonido. Cuando
acabó el segundo tema, introdujo la mano en una bolsa negra en el
suelo. Quizás para darle al play en algún reproductor de MP3 con
música de solos de guitarra. El mimo hacia que tocaba a la vez que
sonaba, con el rostro muy concentrado en lo que hacía, así que
parecía realmente que fuese él ese guitarrista virtuoso. Cabe la
posibilidad que sonaran dos guitarras, la enlatada y la suya, pero no
lo creo. Había momentos en los que el sonido procedía sin lugar a dudas, de un aparato electrónico, con esos matices que no tiene la música en vivo. La gente se acercaba, dejaba unas monedas, él daba las
gracias brevemente y volvía a su música. El público se alejaba en
seguida. Solo había un espectador en frente, sentado en los
escalones de un portal, que había descubierto su secreto. Un secreto
solo desvelado a los lectores de Totó y Amigos.
¿No es en cierto modo una estafa?
ResponderEliminarYo quitaría de tu frase tres palabras........en cierto modo......Lo es en toda su magnitud. Pero mi analisis y creación del post fue hacia otro lado obviando lo que tu comentas. Gracias Javier. Un abrazo.
ResponderEliminarmuy interesante, raro pero muy entretenido, cuantos no quedamos con la sensación de querer conocer mas.
ResponderEliminarMuchas gracias CRM. Me encanta que te quedes con ganas de mas...
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