Hace ya tiempo que se estrenó, y como es lógico había leido y visto noticias sobre la última película de la ultimamente prolífica Isabel Coixet. Pero no me esperaba una película tan bonita y deliciosa.
La actriz protagonista es pura delicadeza y candidez. Parece sacada de otra época, pero es que la trama transcurre en los años 50.
El argumento es muy sencillo, una mujer (Emily Mortimer) que se ha quedado viuda, se traslada desde Londres a una pequeña ciudad inglesa donde decide llevar a cabo su sueño de abrir una pequeña librería. Allí chocará con la oposición frontal de una dama (interpretada magistralmente por Patricia Clarkson) de la burguesía que hará todo lo que esté en su mano para ponerle obstáculos en su camino.
La ambientación de la película es un puro goce para los sentidos. Solo haría falta poder oler los libros, la fragancia de las flores, el bizcocho que aparece en una merienda de una secuencia preciosa con el primer cliente (un señorial Bill Nighty) que tiene la librería y con el que mantiene al principio una relación exclusivamente epistolar porque el señor en cuestión es un misántropo total. Dicha secuencia es un gran disfrute para este gran aficcionado al cine.
La historia tiene un ritmo perfecto, como el cine de los años 50/60 en el que todo va sucediendo de una forma natural...una secuencia te conduce a otra, y así la historia va avanzando lentamente. Gloriosamente. Con unos silencios que dicen mucho, que dejan que los personajes respiren.
Tanto la dirección artistica, como el vestuario y la banda sonora son también deliciosas. Muy bien seleccionadas desde luego. Y he podido averiguar en los títulos de crédito, que la película esta rodada en espacios naturales de Irlanda del Norte. Maravillosos lugares para escaparse en unas próximas vacaciones.
Os recomiendo esta bonita historia a todos mis lectores. Y yo en cuanto pueda quiero volver a verla, para disfrutarla de nuevo y captar nuevos mensajes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario